CAP # 3: EL NUEVO MAESTRO
Como cada nuevo día los pájaros cantaron a la ventana de Akane, pero este no seria un día igual, Ranma no estaba en casa y eso era suficiente para desanimarla incluso a desayunar, tapó su cara con el cobertor y trato de volver a conciliar el sueño, de pronto un intempestivo ruido la hizo saltar de su cama, bajo corriendo las escaleras y pudo ver a Kuno totalmente congelado en el patio del dojo -¿Qué paso aquí?- .
Kinma mojó su rostro con agua del estanque – Este terco, idiota me dijo que como yo era el nuevo prometido de Akane Tendo debía pelear conmigo- Sasuke entró en escena y el trozo de hielo que contenía a Kuno desapareció llevado por un grupo de ninjas – solo basura, pensé que la gran Nerima me ofrecería un poco más que esto- Akane observó molesta a Kinma y sin siquiera mirarlo se metió al dojo – Es un tonto, soberbio- se puso su traje de entrenamiento y como siempre que estaba molesta procedió a partir bloques.
Debajo de un puente a las afueras del colegio Furinkan, Ranma había encontrado refugio a la noche, su rostro lucia demacrado y su ojo derecho estaba adornado con un terrible moretón – No, puede estar pasando esto, años de entrenamiento y ese tipo me gana en unos cuantos minutos- desesperado golpeo con fuerza una piedra que se dividió en dos -¡¡Maldición!! ¿Será verdad que no soy un Saotome?- preocupado por estos pensamientos se recostó sobre el verde pasto – Bien, lo seas oh no, siempre estaré contigo Ranma- Ranma levantó el rostro y miro a Ukyo que sosteniendo su pala intentaba sonreírle – Es que, me han quitado lo que soy, si no soy un Saotome ¿Qué me queda?-.
Un bastón cayo sobre la cabeza de Ranma – Té queda mas de lo que piensas muchacho tonto- le reprendió la dueña del bastón -¡Abuela! ¡Shampoo!- al instante Shampoo abrazó a Ranma – Oh, pobrecito mío, si Ranma quiere puede quedarse en casa de Shampoo- inmediatamente ante el ofrecimiento de la chica gato, Ukyo reaccionó – ¡¡El se queda conmigo!!- grito tomando a Ranma por el brazo – ¡Mío!- le contesto Shampoo – ¡Jajajajajajaja! Ustedes están locas Ranmita es mío- una lluvia de pétalos negros cayo del cielo y Kodachi apareció vestida con su ropa de gimnasia – ¡¡¡ALTO!!!- la voz de la abuela sonó severa – Ranma, no es un juguete y a pesar de que esta equivocado si cree que su honor es lo único en peligro aquí, debemos ayudarlo y no será peleando por quien se queda con el como lo haremos- de pronto todo había quedado en silencio y la abuela habló – Dime Ranma ¿Qué técnica usa ese sujeto?-.
Akane partió su tabla numero veinte del día, los bloques ya habían pasado a mejor vida, desde la puerta el Sr. Tendo observaba preocupado a su hija -Ella lo niega Saotome, pero ella ama a Ranma esto debe estarla destrozando por dentro- Genma comió un ultimo trozo de albóndiga de pescado y tomando por el hombro a Soun lo alejo – Venga, juguemos un rato- afuera Akane seguía con su afanosa labor –Eso no se hace así, debe poner la mano mas derecha o se puede lastimar- Akane conoció de forma inmediata la voz de Kinma y fingiendo no escuchar siguió con el ejercicio – ¿No me oye?- Akane tomo la tabla y la arrojo a Kinma – Te escucho mas no me importa-.
Kinma se agachó y recogiendo el destrozado pedazo de madera lo calentó hasta hacerlo un poco de ceniza ardiente – No entiendo- el viento paso llevándose las pocas cenizas que aun quedaban en el piso – ¿No entiendes qué?- le pregunto Akane mientras se secaba el sudor con una toalla – Porque me trata así, yo no le echo nada- molesta Akane tiro la toalla al piso – ¡¡Eres un idiota!! Primero apareces haciéndote el inocente, sacas a Ranma de esta casa, intentas decirme como entrenar y luego me preguntas que me hiciste… ¡¡Uyyyy!! Déjame decirte algo señor perfecto, nosotros estábamos muy bien aquí antes de ver a llegar a un egocentrista que solo piensa en arruinar la vida de las personas sin pensar si quiera en sus sentimientos-.
Sin esperar un solo segundo Kinma reacciono a las palabras de Akane – Mira niña, he tratado de ser amable contigo, pero no te atrevas a juzgarme, dices que no pienso en los sentimientos de los demás ¿acaso ellos pensaron en los míos antes de alejarme de mis padres? Yo no soy el malo aquí, yo solo recupere lo que me pertenece y si no te gusta me importa poco, yo soy ahora tu prometido y si Ranma no lo hacia yo si exijo respeto- la puerta del dojo sé cerro dejando a una confundida Akane.
Bueno no estoy seguro, creo que fue el cielo y el infierno- la abuela dio un paso atrás – La técnica perdida de mil años de antigüedad ¿Cómo puede un jovencito de 16 años manejar un poder de tal magnitud?- sin saberlo la pregunta de la abuela había llegado a alguien mas – Porque cometí el error de enseñársela- todos voltearon para ver la voz del recién llegado – ¡¡Kwan-Te!! ¿tú aquí?-.
El extraño sujeto saltó desde la cima del puente y cayo al lado de la abuela, su aspecto era extraño, pelo blanquísimo como la nieve misma, largo hasta la cintura, ojos azules, usaba además una elaborada lanza de madera y un gorro a la usanza de la vieja China – Cologne, me da gusto ver que me reconoces aun después de tanto tiempo-.
La mujer miró de arriba abajo a Kwan-Te – No haz cambiado nada viejo zorro, ¿dime que te trae por aquí?- el viejo bajo un poco su sombrero – Aparentemente lo mismo que a ustedes, el joven Kinma- adelantándose a Cologne, Ranma se paro frente a Kwan-Te – ¿Es decir que conoce a Kinma?- el hombre clavó la lanza en el suelo –Mas que eso, soy su maestro, yo le enseñe esas técnicas- de forma rápida todos adoptaron posee de guardia – No se preocupen, no vine a ayudarle, vengo por él- al ver las caras de confusión de todos los presentes se dispuso a explicar – Verán, esto paso así, durante años la familia Janzo mantuvo al pequeño Kinma, lo cuido y brindo todo su apoyo, fue educado en distintos colegios del mundo, así mismo aprendió artes marciales siempre bajo mi tutela y del señor Janzo, líder de toda la dinastía y su abuelo, pero entonces hace unos meses el muchacho encontró el manuscrito que Genma Saotome había firmado, entregándole su custodia, intento irse durante meses, pero yo lo detuve, cuando por fin pareció entender que lo mejor era quedarse le enseñe la ultima técnica el cielo y el infierno, no tenia idea que las usaría para escapar de la finca Janzo antes de hablar con su abuelo.
La explicación había resultado de cierta forma sorpresiva, por fin pudo Ranma articular una pregunta – Entonces, déjeme entender ¿usted viene por él?- el maestro de Kinma negó –No- dijo cerrando los ojos –Entonces ¿para qué me cuenta todo esto?- tomando asiento sobre una piedra apunto a Ranma con su larga lanza – Vengo por ti, porque necesito que me acompañes a la finca Janzo- sin comprender aun las implicaciones de esas palabras Ranma miro extrañado a Kwan-Te – ¿A mi?- la afilada punta de la lanza toco la nariz de Ranma – Tu, yo ya no soy capaz de ganarle a Kinma, pero tú si, te he visto pelear Ranma y se que tu puedes ganarle, si te enseño como ¿estas dispuesto a venir conmigo?- como movido por un resorte invisible Ranma tomo su mochila que descansaba en el suelo – Cuando usted diga, ¿abuela?- Cologne se adelanto –Le ruego cuide Akane durante mi ausencia – Así será prometido, ve con el y confía, es un gran maestro, pero creo que será mejor si parten mañana Kwan debe descansar de su viaje-.
Y por esto Ranma y Kwan se quedaron un eterno día mas, donde Ranma intentaba sin efecto matar el tiempo, la noche paso aun mas larga para Ranma le urgía comenzar el viaje, pero el día llego y ansioso se dispuso a partir rumbo a lo que seria su centro de entrenamiento, mas cuando iban a partir tres figuras aparecieron en el horizonte – Nosotras también vamos- dijeron al mismo tiempo -¿Ukyo? ¿Shampoo? ¿Kodachi?- una pequeña sombra cayo sobre las cabezas de las tres chicas –¡Ninguna va!, esto es un viaje de entrenamiento y ustedes solo interferirían, váyanse ahora que están dormidas y buena suerte- Ranma y Kwan-Te, agradecieron a Cologne y corriendo se alejaron rumbo a la finca Janzo.
Continuara…