Cuento: Viento Divino…

Soy Togo Fushimi, el 4 mil y estoy orgulloso de serlo, paso apenas ayer y lo recuerdo como en ensueño, me senté frente a Aiko y juntos revivimos una vez mas el chaji, la ceremonia del te, se veía preciosa, con ese kimono negro adornado por lotos dorados, entro al Chashitsu como siempre llena de garbo y esa belleza que ha tenido desde que la conocí, se acercó lentamente y azuzó el carbón cuyas chispas saltaron como embravecido dragón.

Se colocó frente a mi y me dedico toda esa noche como solo ella como solo Aiko puede hacerlo, pero las horas no perdonan y el cantar del gallo indicó que el tiempo había llegado, no aguarde mucho me quite el kimono usado para la ceremonia, me puse mi traje verde, ese que solo usaba para ocasiones especiales, ¿que ocasión mas especial que esta?

Me deslice lento entre las sabanas de la cama y di a Aiko un beso en la boca, ella entre abrió los ojos y somnolienta aun me rogó que no me marchara, pero yo era el 4 mil, le di otro beso esta vez mas largo, me levante como pude y me dirigí al cuarto de Sachi, se veía tan tierna, mi pequeña flor de sakura, la mire de arriba abajo cuando crezca será una mujer hermosa, probablemente la mas asediada del pueblo, los dioses la cuiden y la protejan, decidí no despertarla y salí con todo cuidado del cuarto, pero no fue suficiente y con mi pie aplaste su muñeca que rodó por el suelo, al momento sentí un par de manitas rodeando mi pierna, era Sachi, ni si quiera la vi de frente la aparte, le di una palmadita en la cabeza y me marche corriendo a toda velocidad, la misma velocidad con la que ahora me convertiré en kamikaze, el viento divino.

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